FERIAS Y FIESTAS VILLA DE SAN CRISTÓBAL
Lcda. Mariam Duarte
CRA L.N Francisco de Miranda
El pasado martes 17 de Enero del año 2017 en horas de la mañana, se
efectuó una escenificación de las ferias y fiestas de la villa San Cristóbal de los 33 circuitos que conforman el municipio San Cristóbal en la plaza
Juan Maldonado antigua plaza Bolívar de la ciudad, denominado “Recuerdos de mis
ferias y fiestas” donde participó el circuito 15 conformado por: Unidad Educativa de Talento Deportivo Táchira UETDT, CEI UNET, CEI Vásquez de león, CEI Tnt. Jose Leonardo Maldonado Core 1, CEI San Cristóbal II, L.N Francisco de Miranda, supervisora territorial Lcda. Angie Maldonado con la venta de masato, empanadas y pasteles. Por
medio de retretas con los músicos del pueblo (músicos ZET) y los pobladores
(danzas ZET), bailando en el centro de la plaza, de igual forma se dio continuidad
al evento con la venta de batan, gastronomía y frutas típicas del Táchira
ubicados en toldos que fueron decorados por cada uno de los circuitos que hicieron presencia. Asimismo,
se realizaron puestas de escena en las áreas creadoras de danzas, teatro y música
alusivas a la época por parte de las instituciones educativas.
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Stand Circuito 15. Foto: Lcdo. Ender Mota |
Durante el siglo XX, la festividad del patrono de
la Villa de San Cristóbal se convirtió
en un símbolo de identidad regional. Por esa razón todos los años, se celebran las ferias en su homenaje;
en 1906 se comentaba que: “Ha circulado el programa de las Fiestas patronales,
que tendrá lugar en nuestra Iglesia
matriz, Lo componen los números variados, a la vez que diferentes, divertidos y nos es placentero
registrar en nuestra crónica cómo en el
público cristiano de San Cristóbal, se une al respeto de los actos religiosos y al entusiasmo de los regocijos
populares”. Lo festivo estaba reducido oficialmente a lo religioso, hasta el
punto que se conservaban tradiciones de
talante medieval, e incluso se pensaba que el
Santo Patrono de la ciudad concedía gracias especiales a sus fieles es
esta época del año.
En las proximidades del 20 de enero, día de San
Sebastián, patrono de la Villa de San Cristóbal, empezaban a asomar por la
cuesta de temblequeantes, las largas recuas de mulas cargadas de precioso
“batán” constituido por cobijas de lanas olorosas a oveja recién esquilada,
ruanas confortantes, sobrecamas, sillas
de montar, bocadillos de Vélez, confites,
dulces abrillantados, bandolines, tiples, guitarras y el provocativo queso
reinoso.
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Docentes presentes. Foto: Lcda. Maria Castellanos |
El
“batán” se colocaba antes en plena calle, alrededor de la plaza Bolívar, para
su venta. Una parte de la calzada se distribuía equitativamente por puestos y,
de acuerdo con la clase de mercancía, se ponía en el suelo sobre sus propios
empaques o en mesas temblequeantes sobre las cuales aparecía un peso o balanzas y un filoso
cuchillo para cortar la carne y el queso. Empiezan a verse por las calles
adyacentes al marcado los pintorescos
toldos de los vendedores principalmente mujeres y las frutas frescas que
vienen de todos los rincones del Estado, como los nísperos de San Antonio, los
mamones de Ureña, las uvas de Lobatera, las piñas de Los Capachos, las
chirimoyas de Queniquea y de La Grita y toda esa fiesta de colores y aromas que
son regalo de la vista y placer del paladar.
Tal vez las fiestas de San
Cristóbal no tengan ahora el brillo y la esplendidez de aquellas que se
conocían, como viene ocurriendo en los últimos años, más actuales, suntuosas y
modernas que aquéllas; mas, el hecho de celebrarlas todos los años revela que
el pueblo del Táchira, ese noble pueblo que es centinela de la patria y
abanderado del civismo en todos los tiempos, guarda sus tradiciones de
religioso empeño y con singular cariño, porque sus costumbres sanas y edificantes
son herencia querida que ha recogido de sus antepasados para mantenerlas
siempre vigentes y trasmitirlas a los que vienen detrás, como vivo y
perenne ejemplo de amor por la tierra
nativa, semilla fecundada de patriotismo sincero y alto.